Permite a las
personas tener el número de hijos que desean y determinar el intervalo entre
embarazos. Se logra mediante la aplicación de métodos anticonceptivos y el
tratamiento de la esterilidad (en esta nota se aborda solo la anticoncepción).
Beneficios
de la planificación familiar
La
promoción de la planificación familiar —y el acceso a los métodos
anticonceptivos preferidos para las mujeres y las parejas— resulta
esencial para lograr el bienestar y la autonomía de las mujeres y, al mismo
tiempo, apoyar la salud y el desarrollo de las comunidades.
Prevención
de los riesgos para la salud relacionados con el embarazo en las
mujeres
La
capacidad de la mujer para decidir si quiere embarazarse y en qué
momento tiene una repercusión directa en su salud y bienestar. La
planificación familiar permite espaciar los embarazos y puede posponerlos en
las jóvenes que tienen mayor riesgo de morir por causa de la procreación
prematura, lo cual disminuye la mortalidad materna.
También
puede evitar el embarazo de las mujeres de edad, que tienen mayores riesgos.
Permite además que las mujeres decidan el número de hijos que desean tener. Se
ha comprobado que las mujeres que tienen más de cuatro hijos se
enfrentan con un riesgo mayor de muerte materna.
Al
reducir la tasa de embarazos no deseados, la planificación familiar también
disminuye la necesidad de efectuar abortos peligrosos.
Reducción
de la mortalidad de los menores de un año
La
planificación familiar puede evitar los embarazos muy cercanos entre sí y en un
momento inoportuno, que contribuyen a causar algunas de las tasas de mortalidad
de menores de un año más elevadas del mundo. Las criaturas cuya madre
muere a causa del parto también tienen un riesgo mayor de morir o enfermar.
La
planificación familiar disminuye el riesgo de que las mujeres infectadas por el VIH
se embaracen sin desearlo, lo que da como resultado una disminución del
número de criaturas infectadas y huérfanas. Además, los condones masculinos y
femeninos brindan una protección doble: contra el embarazo no deseado y contra
las infecciones de transmisión sexual, en especial la causada por el VIH.
Poder
de decisión y una mejor educación
La
planificación familiar permite que las personas tomen decisiones bien fundamentadas
con relación a su salud sexual y reproductiva. Brinda además la oportunidad de
que las mujeres mejoren su educación y puedan participar más en la vida
pública, en especial bajo la forma de empleo remunerado en empresas que no sean
de carácter familiar. Tener una familia pequeña propicia que los padres
dediquen más tiempo a cada hijo. Los niños que tienen pocos hermanos
tienden a permanecer más años en la escuela que los que tienen muchos.
Las
adolescentes que se embarazan tienen más probabilidades de dar a luz un niño de
pretérmino o con peso bajo al nacer. Los hijos de las adolescentes presentan
tasas más elevadas de mortalidad neonatal. Muchas adolescentes que se
embarazan tienen que dejar la escuela, lo cual tiene consecuencias a largo
plazo para ellas personalmente, para sus familias y para la comunidad.
Menor
crecimiento de la población
La
planificación familiar es la clave para aminorar el crecimiento insostenible de
la población y los efectos negativos que este acarrea sobre la economía, el
medio ambiente y los esfuerzos nacionales y regionales por alcanzar el
desarrollo.
Es
importante que los servicios de planificación familiar estén ampliamente
disponibles y sean de fácil acceso, por medio de agentes de salud capacitados,
para toda persona sexualmente activa, en particular los adolescentes.
Otros
agentes de salud calificados, por ejemplo, los agentes de salud comunitarios,
también pueden facilitar asesoramiento y algunos métodos de planificación
familiar, entre ellos píldoras y preservativos. Para métodos tales como la
esterilización, tanto los hombres como las mujeres deben ser remitidos a un
médico.
La
OMS está trabajando para promover la planificación familiar mediante la
preparación de directrices apoyadas en datos científicas sobre la seguridad de
los métodos anticonceptivos y los servicios mediante los cuales se ofrecen; la
preparación de normas de calidad y la precalificación de los productos
anticonceptivos; y la ayuda a los países para que introduzcan, adapten y
apliquen estos instrumentos para satisfacer sus necesidades.
Estudiante:
Jessica Gonzalez
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